Mundo Gay

Billie Jean King, icono homosexual del deporte

El estreno de la nueva película sobre la vida de la tenista americana, pionera en la lucha por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, saca a la luz la historia de una de las primeras deportistas en reconocer su homosexualidad estando todavía en activo.

Aunque el colectivo LGTB ha dado grandes pasos en la lucha por evitar la discriminación por la condición sexual de cualquier persona, el mundo del deporte profesional sigue siendo un reducto casi infranqueable. Son muy pocos los deportistas que reconocen abiertamente su sexualidad y la mayoría lo hacen cuando ya están retirados, para no ver afectadas sus carreras profesionales.

El tenis es uno de los deportes que más ha hecho por romper las barreras. Hasta tres mujeres tenistas que han ocupado el número uno del ranking mundial que actualmente ostenta la rumana Simona Halep, situada entre las favoritas a ganar cualquiera de los cuatro ‘Grand Slams’ de tenis en las apuestas, han reconocido ser lesbianas estando todavía en activo: Billie Jean King, Martina Navratilova y Amélie Mauresmo.

La primera en hacerlo fue King, aunque no exactamente por decisión propia. Casada en 1965 con el abogado Larry King, tres años después se dio cuenta de que le atraían las mujeres y en 1971 inició una relación con su secretaria, Marilyn Barnett, mientras continúa casada con King. En 1981, Barnett le demandó a la tenista una pensión alimenticia y el caso salió a la luz, por lo que King se vio forzada a admitir su homosexualidad.

Por entonces, Billie Jean King se encontraba en la recta final de una laureada trayectoria profesional, con 12 títulos individuales de ‘Grand Slam’ y otros 16 en dobles. Además, la tenista californiana había librado su propia batalla por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres en el tenis, una historia reflejada ahora en la película ‘La batalla de los sexos’, protagonizada por Emma Stone.

Por su parte, Martina Navratilova también anunció su homosexualidad en 1981, aunque tampoco de manera totalmente voluntaria. Ese año concedió una entrevista al ‘New York Daily News’ en la que le reconoció al periodista que era bisexual, pero le pidió que no lo sacara a la luz. Sin embargo, y quizá aprovechando el revuelo del caso King ocasionado por entonces, el periódico neoyorkino lo publicó.

A raíz de aquello, Navratilova remarcó que era lesbiana y se convirtió en todo un símbolo de la causa homosexual en el deporte, ya que todavía le quedaban por conquistar 15 de los 18 títulos de ‘Grand Slam’ que lucen en su palmarés.

El caso de Mauresmo es diferente. Fue ella quien, en 1999 y a los 19 años, anunció su homosexualidad cuando todavía estaba en los inicios de su carrera. Precisamente ella atribuyó su éxito al hecho de estar en paz consigo misma sin tener que ocultar su orientación sexual. Tras haber ganado dos grandes y haber liderado el ranking mundial, la tenista francesa se retiró en 2009 y actualmente tiene dos hijos.

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