El debate no es nuevo, y la eterna pregunta que muchos se hacen es: ¿No hay homosexuales en el mundo del fútbol?. Seguramente los habrá, pero lo cierto es que están bien ocultos en el armario, o en la taquilla del vestuario.
La semana pasada, Rosa Montero se preguntaba en su columna de “El País” “¿dónde están los futbolistas gays?”, mostrando su sorpresa de que nadie en el fútbol español hubiera reconocido esa condición, tal y como sí ha ocurrido en otros países como Alemania o Inglaterra.
Esta pregunta al aire de Montero ha servido para remover de nuevo el debate, y ya llegan las primeras respuestas desde el mundo de fútbol. Paco Jémez, entrenador del Rayo Vallecano, ha sido rotundo: “Sinceramente, creo que aún no estamos preparados para que un futbolista reconozca su homosexualidad. Si lo hace, tendría que retirarse”.
Dice Jémez que aunque no han aparecido jugadores homosexuales, “no quiere decir que no los haya”, pero tiene claro que sería insoportable para el jugagor la situación que se crearía, ya que sería motivo de mofa para las hinchadas rivales.
De su reflexión duelen varias cosas porque, lamentablemente, tiene toda la razón al pensar que la condición sexual de un futbolista sería motivo de mofa para muchos. Como bien dice Jémez, si somos sinceros, “no estamos tan adelantados como pensamos”. ¿Os imagináis a los hinchas de un equipo coreando en un campo de fútbol “maricóooonn” al jugador contrario?.
Supongo, en todo caso, que es la pescadilla que se muerde la cola, y las cosas, en el mundo del fútbol, no empezarán a cambiar hasta que alguien decida, en un acto de valentía total, ser el primero en admitir su homosexualidad. Probablemente cueste pero, en algún momento, quizás, llegará a ser normal, sin miedo a la mofa, ver en un mismo campo a jugadores heterosexuales y homosexuales luchando por ganar un partido de fútbol.
Vía | La VozLibre
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