Una niña de 11 años manda una carta a nueve Jueces Supremos

Cameron

A muchos homófobos y defensores del que si no hay un papa y una mama, sales tarado, les salía muy bien el discurso en favor de los pobres niños porque no había nadie que les pudiese llevar la contraria con fundamento. Afortunadamente, ya tenemos personas que pueden rebatir estas estúpidas ideas. Y nadie mejor que los propios niños para hacerlo.

Hemos visto ya casos como el de Zach Wahls, el de Carter Gustafson o Kenneth Faried que hablan de lo normal que es su vida teniendo dos progenitores del mismo sexo. No se han sentido dejados de lado, ni menos queridos.

Hoy sale a la luz la carta de Cameron, una niña de 11 años de Carolina del Norte, enviada a los nueve Jueces Supremos para que legalicen los matrimonios entre personas del mismo sexo.

La carta es algo larga, pero merece la pena leer la sencillez de los hechos y la bondad de esta niña que habla de las cosas que sus madres hacen por ella.

Hola!
Mi nombre es Cameron. Tengo once años y actualmente estoy en 6º (en Carolina del Norte). Soy la hija de Susan y Sheila. Hoy vi el discurso de investidura de Obama y mis madres les señalaron. Me contaron que aunque el presidente lidera la lucha para que mis madres sean tratadas con igualdad, usted y los otros otros jueces tomaran importantes decisiones en los próximos meses. Sé que está muy ocupado pero espero que tenga tiempo para leer esta carta.

Mis madres han estado juntas 26 años. Me llevaron a Nueva York en su 25 aniversario para poder casarse legalmente. Yo me alegré mucho por ellas. Son las mejores madres que un niño podría pedir y las quiero muchísimo. Me gustaría ver que su matrimonio es reconocido aquí en nuestro estado. Por favor, eche un vistazo a nuestras fotos y piense en nosotras cuando tome decisiones acerca de los derechos homosexuales. Somos una familia. Estoy muy orgullosa de mis madres y espero que entienda cómo su decisión puede afectar a mi familia.

Si están preocupados por el bienestar de los hijos de parejas homosexuales, puedo decirles que yo estoy genial. Soy muy querida. Todo el mundo me dice que soy una niña muy afortunada. Mis madres son mi vida. Repasamos antes de cada examen y se aseguran de que voy bien en la escuela. Fui la mejor estudiante de mi clase el año pasado y he estado en la Lista de Honor del Director cada seis semanas. Juego a fútbol y actualmente estoy entrenando para el Programa de Desarrollo Olímpico lo que significa que mis madres dedican la mayor parte de sus fines de semana a viajar por todo el estado para que pueda competir contra otros equipos.

También juego a tenis. Hace un par de años recogí 200 balones de fútbol para mandarlos a Liberia a niños que no tienen balones de fútbol. Tengo muchos amigos que quieren a mis madres. Nunca nadie se ha metido conmigo. Creo que todo va muy bien. Gracias por su tiempo.

A esta carta, por el momento, ha respondido ya una de las Juezas, Sonia Sotomayor. La Jueza no se ha mojado mucho pero al menos se ha leído la carta y se ha molestado en responder a Cameron.

Queda esperanza, tanto en los niños del futuro, que serán capaces de luchar por sus ideales y los de su familia, como en las personas que deciden las leyes que nos rigen, ya que al menos escuchan al pueblo y lo tiene presente en sus decisiones.

Via | Campaign for Southern Equality
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