Parece que a la caverna francesa se le ha olvidado todo aquello de la igualdad, la fraternidad y tal y tal y tal. Nerviosos ante la previsible aprobación del matrimonio en la Asamblea Nacional la semana que viene, la violencia homófoba está aumentando en Francia a pasos agigantados.
El propio presidente galo, François Hollande, ha tenido que salir a la palestra para denunciar ante sus conciudadanos los actos homófobos y violentos que se están produciendo en el país vecino.
De forma contundente, Hollande advirtió que no podía “aceptar como presidente de la República los actos homófobos y violentos”. Unas palabras que llegan tras los hechos que se están sucediendo en distintos puntos del país en las últimas horas.
En la propia capital francesa, durante la última marcha convocada por los opositores al matrimonio, y pese a la fuerte presencia policial, se produjeron enfrentamientos con un pequeño grupo de activistas LGBT que llevaban una pancarta con el lema “La homofobia mata”.
También en París se produjeron daños en varios automóviles y en el mobiliario urbano de los Campos Elíseos. Y por si no era poco, varios manifestantes de ultraderecha agredieron a varios periodistas que se encontraban en la zona cubriendo los sucesos.
Pero la cosa no queda ahí. En los últimos días se han producido concentraciones ante las viviendas de los políticos que apoyan el matrimonio, amenazas de muerte y de secuestro a dos diputados socialistas del oeste del país, además del bloqueo a un tren o el ataque a un bar gay en Lille en el que fueron agredidos tres de sus empleados. Un suma y sigue que demuestra claramente qué tipo de gente se esconde detrás de la homofobia.
Vía I Têtu
En Ambiente G l Los homófobos franceses acosan a los políticos
Foto I Dudugus
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